Aquí tienes la factura
Después de mucho pensarlo
quiero contar mi relato
sin que pasen un mal rato
pa' poder finiquitarlo
aunque quisiera callarlo
el rencor… está pasado
y se ha quedado olvidado
cuando disfruto la vida
a cualquiera se le olvida...
que me quiten lo bailado
Aquellos años setentas
cuando recién llegué a Mina
con un calor que asesina
o caminas... o revientas
mi mirada... muy atenta
me quitaron de las monjas
que no andaban con lisonjas
y de sopetón y golpe
me llevaron a remolque
aquello no eran esponjas
Me metieron en la escuela
entre "güeras" y bonitos
me dieron buenos "trapitos"
me alejaron de mi abuela
se me acabó la "novela"
la echaba mucho de menos
pero los panes ajenos
al menos eso decía
al tiempo que me veía
hacen a los hijos buenos
Tuve que enseñar los dientes
me tocó aprender de todo
distinguía ya, de algún modo
que entre
"amos" y "sirvientes"
había finos y corrientes
y en alguno que otro duelo
tuve que "sacar pañuelo"
habiendo muchos "vedores"
hubo pocos defensores
era normal el recelo.
Apareció de repente
con sonrisa seductora
así lo recuerdo ahora
pero en esos años mozos
ignoraba sus
"retozos"
mas tarde a mi corazón
le privó de la razón
quien entonces me diría
que pronto me dejaría
maltratada en un rincón
El olvido… lo de menos
el desprecio fue profundo
casi casi que me hundo
por los maltratos obscenos
y escupiendo su veneno
sin estima y hecha trizas
en la última paliza
le solté mi juramento
con aquel último aliento
resurgí de
mis cenizas...
"Si Dios
quiere y permita
que jamás
vuelvas a vernos"
ya se sabe
que los cerdos
vomitan las
margaritas
al tiempo que
depositan
sus pezuñas
en las flores
para gustos
los colores
espero que
poco a poco
si en eso no
me equivoco
coseches solo
rencores
Los vas
pagando con creces
al menos eso
me cuentan
aquellos que
aun intentan
ignorar que
recrudeces
tu maldad
cuando envejeces,
deja huella
la tortura...
defecaste en
tu hermosura
llegó el
momento esperado
de saberte
despreciado
aquí tienes
la factura!
Por Josefina Márquez desde la profundidad de su memoria
Escribiendo y sanando, que no es poco
Madrid, junio de 2013